miércoles, 22 de junio de 2016

El faro de Cullera

El faro de Cullera, construido en el lugar conocido como la Punta del Faro, es uno de los dos ejemplares que quedan en la costa de la provincia de Valencia. El otro está ubicado en la población de Canet d’En Berenguer. Se trata de un edificio de planta circular, en cuyo centro se eleva la torre de fábrica de sillería, sección troncocónica y de dieciséis metros de altura. Posee tres aberturas exteriores y su lámpara se encendió por primera vez el 1 de agosto de 1858. Su plano focal se eleva 27,90 m. sobre el mar. La apariencia actual del faro se debe a proyectos y reformas llevadas a cabo a partir de los años sesenta, aunque su aspecto y estructura conservan los trazados en el proyecto original. Por razones de seguridad, no es visitable por lo que nos contentaremos con observarlo desde el exterior.



Hay restos de presencia humana en la zona del faro ya del paleolítico, así como asentamientos en la época romana, como se descubrieron en la década de los sesenta  en las excavaciones realizadas, en las que se encontraron monedas, ánforas y otros materiales de la época. Dichos hallazgos atestiguan la presencia de un establecimiento portuario tardorromano muy vinculado comercialmente con el norte de África, las Islas Baleares y el Mediterráneo oriental. Uno de los restos más importantes encontrados en el yacimiento es una Trulla o cazo de Júpiter.

Antes del faro, en una zona próxima, el rey Felipe II ordenó la construcción de una torre vigía para proteger el ataque de piratas del norte de África. Uno de los atacantes, el pirata Dragut Arrayz atacó el 25 de mayo de 1550 la ciudad de Cullera al mando de veintiséis galeras y galeotas. En una cueva existente en los acantilados costeros del faro de Cullera toma el nombre de cueva Dragut ya que fue el lugar de refugio del pirata durante su saqueo a Cullera.